Los fluidos corporales son los principales responsables de hidratar y nutrir. Se esparcen sobre la superficie de la piel para hidratar el pelaje y la piel, haciendo que el pelaje y la piel estén húmedos, sanos elásticos. Además, el fluido corporal también tiene la función deshidratar los orificios, permitiendo que los ojos se abran y cierren libremente, la nariz respire suavemente y los labios estén húmedos. Los fluidos corporales penetran en diferentes órganos y tejidos, incluso en la médula ósea, la médula espinal y el cerebro, y ejercen sus efectos nutritivos y nutritivos.

El desequilibrio de los líquidos corporales se manifiesta principalmente en dos aspectos. Por un lado, el efecto nutritivo e hidratante de los líquidos corporales es insuficiente, lo que provoca sequedad de la piel, laxitud muscular, cabello seco, ojos secos, labios agrietados, sequedad de nariz y boca, etc. Las funciones de excreción de los líquidos corporales se ven afectadas. Esta afección puede manifestarse como síntomas de estancamiento de líquidos, como hinchazón de los párpados, hinchazón y obesidad.


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Diagrama de flujo de producción de fluidos corporales